Corren tiempos difíciles para emprender negocios porque las noticias de cada día no son nada halagüeñas como para lanzarnos a la piscina sin mirar primero si tiene agua, pero también es verdad que cada día se abre algún negocio por nuestro barrio. «Un loco» dirán algunos… «este tiene mucho en negro y tiene que sacarlo» dirán otros, pero lo cierto es que el espíritu emprendedor no morirá por mucho que las cosas vayan mal.
La cultura nipona es experta en esto de aprovechar los malos momentos y por eso la palabra «crisis» en japonés está formada por dos símbolos que de forma individual significan «peligro» y «oportunidad«. Y estaremos de acuerdo en que durante una crisis existe un peligro evidente, pero una oportunidad latente que algunos quieren encontrar. Pues a esos vamos a darles algunos consejos antes de emprender.
Los consejos no son dogmas ni teorías, más bien son consejos según la experiencia adquirida en esto de emprender. Vamos por partes:
- Tú, y sólo tú, debes ser tu comercial y tu persona de confianza. Las sociedades raramente funcionan de forma adecuada, así que si tienes una idea propia no dudes en hacerla únicamente propia.
- Aquí nadie te va a ayudar, así que debes ser tú quien busque los contactos, los clientes, los proveedores y todo lo que puedas necesitar para hacer de tu emprendimiento algo realmente rentable.
- No busques un mercado para un producto. Lo lógico es que te centres en un mercado y le ofrezcas un producto que no tenga competencia, o sí.
- La competencia es sana y muchas veces te ayuda a crecer más rápido y con mayor firmeza. Puedes aprender de ellos también… piensa que están en esto antes que tú y algo sabrán y algo habrán hecho mal.
- No tengas miedo de lanzar tu producto/servicio aunque esté muy «verde». El mercado es muy grande y te ayudará más testear el producto/servicio en un sector del mercado que esperar a tenerlo todo pulido para luego darte cuenta que algo ha fallado.
- El proceso de venta no debe ser un castigo… haz las cosas fáciles y automatiza todo lo posible desde el primer día.
- La familia y los amigos mejor lejos. Sus opiniones suelen ser bondadosas y poco realistas, así que no cuentes con ellos en esta labor.
- Sé una persona seria y formal y ofrece toda la información que cada cliente necesite. No agobies con exceso de información y no ocultes nunca el precio… y no empieces nunca diciendo el precio, aunque sea realmente económico.
- No trabajes gratis. Muchos son los «grandes clientes» que o no te harán ganar nada de dinero o incluso te harán perderlo. Cada cliente es una ganancia y todos deben reportarte una parte.
- No pierdas el tiempo. El tiempo es dinero y el dinero es lo que no quieres perder nunca.
- Recuerda que «quien mucho abarca, poco aprieta«. Delega todo lo posible y no quieras ofrecerlo todo y céntrate. La especialización es algo realmente importante de cara a ofrecer seguridad y garantías a los clientes.
- Sé llano. No uses más tecnicismos de los necesarios. Ten en cuenta que los clientes no entienden lo que haces y por eso te contratan… no les des rollos y sé claro con ellos.
- Escucha a tus clientes y sabrás si estás haciendo algo mal, si puedes mejorar en algún aspecto o si hay alguna oportunidad de negocio complementaria o suplementaria a la que tu ofreces.
- No uses las redes sociales para la venta. Las redes sociales son una gran herramienta, pero principalmente de pre-venta y de post-venta. Las redes sociales te permitirán llegar a más clientes y ayudarles más eficientemente. Además de hacer que tu marca sea relevante en el sector.
- Tus precios deben ser justos y no negociables jamás. Tus ganancias son lo más importante. Por eso quieres emprender.
- ¡Relaciónate! Acude a eventos, cursos y actividades que puedan ayudarte a conocer a gente interesante para tu emprendimiento.
- Siempre queremos acertar y eso es bueno, pero aprende a aceptar los errores y aprende de ellos. Esto es muy importante.
- No tengas prisa. Cuando des plazos de entrega mejor que sobre que falte. Date tiempo y siempre llegarás a la hora adecuada.
- No te empaches de clientes. En ocasiones es mejor perder clientes que aumentar la plantilla.
- Escucha los consejos que te puedan dar, pero no los tomes como verdades absolutas (incluídos estos consejos), pues la subjetividad de otros puede hacer mucho daño en tu emprendimiento.
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