Contratar a un profesional de servicios es como hacer un acto de fe absoluta en esa persona a la que decidimos contratar. ¿Qué nos lleva a contratarlo? Seguramente será la recomendación de algún contacto de confianza para nosotros, o bien una búsqueda no muy exhaustiva por internet.
Ese acto de fe puede estar condicionado también por los trabajos o experiencia que el profesional pueda demostrar y que nos generen la confianza suficiente como para poner nuestro proyecto en sus manos, pero no sin ello olvidar que su trabajo nos implica al 100% ya que se tratará de nuestro proyecto.
¿Cómo puedo asegurarme que el trabajo realizado cumple la legalidad?
- El diseñador web debe poder explicarte todo.
Si quieres saber si el diseñador web contratado sabe lo que hace con su trabajo solo debes preguntarle sobre el cumplimiento de las «leyes de internet» (LOPD-RGPD, LSSICE, Cookies). Es posible que no tenga ni idea o te hable únicamente de las cookies, pero debes saber que su cumplimiento va mucho más lejos que un simple plugin de cookies. - El diseñador gráfico debe garantizar su trabajo.
Es prácticamente imposible que sepas si ese diseño tan chulo que te ha presentado es una copia de otro diseño que exista por Internet por lo que debe darte garantías suficientes de que su trabajo no infringe ningún copyright ni derechos de autor. Hasta las fuentes usadas para tu diseño pueden estar protegidas por lo que siempre exige garantías. - El redactor sabe de propiedad intelectual y también lo garantiza.
No hay nada peor que alguien que no sabe de aquello a lo que se dedica. Los copia-pega pueden ser muy golosos a priori, pero además de ser un problema de cara a los buscadores como Google también puede ser un problema legal. Exige también garantías y prueba buscando trozos de texto en los buscadores. Tal vez te sorprendas descubriendo que alguien ya escribió lo mismo en Internet previamente.
En Creaidea tenemos en cuenta todos los factores legales que suelen estar alejados aparentemente del diseño web o gráfico, pero debemos ser conscientes de que todo trabajo tiene un marco legal en el que deberás ceñirte para evitar problemas que pueden provocar la quiebra de cualquier negocio o, como mínimo, un problema molesto en el peor momento.